El otro día me topé con esta foto y no pude evitar pensar en escribir sobre este tema. Es una foto increíble.
Es una foto de la aurora austral tomada desde la ISS, la Estación Espacial Internacional. Si ya de por sí este fenómeno es impresionante, esta foto me ha dejado con la boca abierta.
Cómo no, nuestro amigo opinando lo de siempre. En realidad la aparición de auroras polares se debe a la interacción del sol con el campo magnético de la tierra. El sol está emitiendo constantemente partículas hacia el espacio. Cuando los protones y electrones, partículas cargadas, se acercan a la tierra, el campo magnético terrestre las redirecciona a las regiones polares, donde chocan con los átomos y moléculas de oxígeno y nitrógeno, que son los componentes más abundantes del aire. Este choque excita estos átomos y moléculas y la desexcitación posterior genera luz visible. De ahí que seamos capaces de ver esos llamativos colores verdes y rojos. Las auroras surgen en una zona de la atmósfera llamada ionosfera. Si la aurora ocurre en el hemisferio norte se llama aurora boreal y en el hemisferio sur se conoce como aurora austral.
Obviamente, las auroras sólo se ven de noche. Sólo así nuestro ojo puede captar esa emisión en el visible.
Los diferentes colores se deben al átomo o molécula que lo emite. Así, el oxígeno atómico emite en la longitud de onda del verde (este es el color más frecuente y dominante en una aurora), el oxígeno molecular emite en el rojo y el nitrógeno en el azul-violeta. La combinación de estos colores produce las distintas tonalidades de las auroras.
Normalmente, sólo aparecen en regiones polares, como ya hemos dicho, pero en épocas de fuertes tormentas solares (como está ocurriendo ahora mismo, donde el sol se encuentra en el máximo de su ciclo de once años), la enorme cantidad de partículas que llegan a la tierra permite que puedan llegar a verse en otras latitudes. De hecho, se han documentado auroras boreales sobre Londres, Madrid e incluso La Habana (durante la gran tormenta solar de 1859).
Pero alrededor del sol giran más planetas y éstos también tienen campo magnético. Por tanto, también van a producir sus propias auroras. Los campos de Júpiter y Saturno son mayores que los de la tierra, pero los Mercurio, Neptuno y Urano son menores. No obstante, esto no impide que también se hayan tomado imágenes de auroras en su atmósfera.
En el caso de Júpiter, el campo magnético es tan intenso que no necesita de vientos solares para producir auroras miles de veces más potentes que las terrestres. Eso sí, la emisión se produce en la longitud de onda de los rayos-X, por lo que no son visibles al ojo humano.
Fotografías de la NASA tomadas por el telescopio Hubble de las auroras de Jupiter
Respecto a Saturno, las auroras ocurren en el ultravioleta y se producen por la emisión por desexcitación de átomos y moléculas de hidrógeno, produciendo respectivamente los colores rojo y blanco que vemos en la fotografía inferior.
Fotografía de la NASA y el Telescopio Hubble mostrando la aurora en el ultravioleta de Saturno.
Yo tuve que viajar hasta Islandia para poder ver una aurora. La verdad es que es más difícil de lo que parece. Tuvimos que esperar varios días hasta que tuvimos un día despejado y después tuvimos que alejarnos casi 100 km de cualquier población para evitar toda contaminación atmosférica. Por desgracia, mi cámara no era lo suficientemente buena, pero unos amigos tomaron algunas fotos impresionantes, como la que podéis ver abajo. Es una experiencia asombrosa.
Aurora Boreal en Islandia
Más información:
http://science1.nasa.gov/science-news/science-at-nasa/2007/29mar_bigauroras/
http://apod.nasa.gov/apod/ap000917.html